He aquí una gran pregunta ¿y por qué no? Yo me la repito cada vez que me quedo paralizada ante algo que se sale de mi zona de confort y después de hacérmela siempre sigo adelante, porque la verdad es que nunca suelo encontrar motivos para no hacerlo.
Imagina por un momento que no te atreves a decirle a esa persona especial si quiere salir contigo, o a abrir ese negocio que siempre has tenido en mente, o a presentarte ante ese grupo de desconocidos que te gustaría tener como amigos, o a dedicar unas horas a la semana a esa pasión oculta que nadie conoce, o a cambiar el rumbo de tu vida …
Tampoco hay que imaginar mucho, ¿verdad? Nuestro día a día está lleno de cosas que no nos atrevemos a hacer y que dejamos de lado con un par de excusas. Ni siquiera les damos importancia, preferimos apartarlas con un “no es el momento, quizás más adelante” o algo similar, y listo, nos quedamos tan panchos.
Pero ahora imagina que en vez de inventarte una excusa te dijeras ¿y por qué no? La cosa cambia ¿verdad? En realidad no suelen aparecer muchos motivos de peso para no seguir adelante, esa es la realidad.
Yo me hice esta pregunta cuando tenía Slowers en mente, y me la sigo haciendo cada dos por tres, cuando envío un mail para proponer una colaboración a alguien que me impone, o cuando pensé en irme a Tailandia por unos meses, o cuando hace varios meses decidí que me apetecía crear un curso online sobre vida slow.
(Y haciendo un paréntesis, SÍ, ESTA ES LA GRAN NOVEDAD QUE QUERÍA ANUNCIARTE!!!! ya te iré comentando los próximos días…)
Para mí ese ¿y por qué no? lleva muchas cosas implícitas y por eso me resulta una pregunta tan poderosa.
Para mí tiene que ver con que soy consciente de que sólo tengo una vida (al menos con este cuerpo serrano) y de que no tiene ensayo general, vamos, que tengo claro que esto ya es la función. Así que ¿para qué dejar cosas en el tintero si tengo la posibilidad de vivirlas?
Tiene que ver con que no le veo sentido a no decir o hacer cosas por el miedo a lo que otros piensen de mí, no, no le veo sentido. Aún en el peor de los casos (que no tengo demasiado claro cual sería) se que en dos días se habrán olvidado.
Tiene que ver con que siento que he venido a este mundo a ofrecer algo, y se que cada vez que me escondo y vivo en pequeño no estoy cumpliendo con ese cometido y además soy menos feliz.
Así que la próxima vez que te encuentres poniendo excusas para no hacer algo que en el fondo te llenaría de felicidad pregúntate ¿Y por qué no? ¿Qué me lo impide?
mariablog says
Muchas gracias Àngels! Yo pienso que es importante compartir las experiencias de nuestra vida que consideramos positivas. Un saludo slow!