A menudo nos pasamos la vida buscando seguridad, así somos educados y como buenos alumnos aprendemos esta lección desde muy pequeños. Un trabajo fijo, una pareja para toda la vida, los mismos hábitos, las mismas costumbres de siempre, así intentamos funcionar.
Y sin embargo la vida es cambio, todo fluye, nada es seguro. Así es la naturaleza y así somos nosotros.
Evidentemente aquí surge una gran contradicción y grandes dosis de sufrimiento asociadas cuando no somos capaces de adaptarnos a esos movimientos naturales de la vida. Nos apegamos y aferramos con fuerza a lo seguro, salir de ahí nos produce vértigo.
Los grandes maestros dicen que todo consiste en confiar, en deshacernos de las creencias que nos limitan, en definitiva, en fluir (lentamente, al más puro estilo slow life). Ya lo decía Bruce Lee en su famosa frase: Be water my friend.
Pues bien, todo esto lo pusimos en práctica en un taller de 5 Ritmos con Helena Barquilla al que asistí ayer. Ya os hablé en este post de esta técnica corporal. Ayer trabajamos el ritmo del Caos que justo tiene que ver con lo que hablábamos, con soltar, adentrarnos en la incertidumbre y confiar en la vida. Y todo eso a través del baile.
Como en todas las actividades en grupo se crea una energía conjunta que te ayuda a conectar y soltarte, y de repente te descubres moviéndote de formas completamente nuevas para tu cuerpo. Y como mente y cuerpo son uno, nuevos movimientos te abren nuevas formas de pensar. Cuando desbloqueas una zona de tu cuerpo se abre la mente a lo desconocido.
Bueno, esto es sólo un breve resumen de lo que es esta técnica y de lo que aporta. La verdad es que vale la pena probarlo, si tenéis ocasión os lo recomiendo.
Nos vemos pronto slowers!
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