Este es mi tercer día en Koh Lanta, y después de una primera inspección a la isla, parece que estoy preparada para pasar unos días 100% slow. Resulta que después de ese ambiente tan especial que se respira en Chiang Mai, llegué aquí y fue un shock.
Te explico, para empezar, después de días seleccionando alojamiento, llego y me encuentro con una habitación horribilis a precio de temporada alta. A continuación salgo a dar un vistazo y empiezo a ver que todos los turistas son rusos, sí, rusos, serios y con poca intención de trabar nuevas amistades. Y para finalizar, aunque la isla es preciosa y las playas increíbles, el ambiente es un poco guirilandia y yo no estaba preparada para esto.
Así que ante este panorama vi que tenía que buscar alguna solución. Y a grandes males grandes ideas: me alquilé una moto (sí, yo, que siempre he temido a las motos… esto daría de sí para un post entero!), y recorrí la isla de arriba a abajo, hasta encontrar un trocito de paraíso.
(Como nota te diré que me lo pasé en grande con la moto por estas carreteritas rodeadas de vegetación y el mar a mi lado.)
Pero a lo que iba, que finalmente encontré una playa recóndita donde sólo hay tres hotelitos con cabañas, y aunque los turistas siguen teniendo un perfil similar, la belleza del lugar ha conseguido eclipsar este dato, al menos por unos días.
Así que aquí estamos la playa, yo, los rusos, mi ordenador, una cobertura regular, varios libros y mucho tiempo por delante. Y ante esta situación una se da cuenta de lo relativo que es, me refiero al tiempo, cómo puede ser que a veces 24 horas den tanto de sí y otras tengamos esa clásica sensación de “no tengo tiempo para nada”.
¿No son todo 24 horas? Hoy he tenido tiempo de pasear por la playa, hacer chi kung, seguir paseando, desayunar, leer, bañarme, tomar el sol, escribir, contestar mails, comer, planificar cosas de Slowers, Skype de trabajo, volver a pasear por la playa, ver la puesta de sol, cenar, escribir … y miro el reloj y aún son las 9 de la noche. Y es verdad, me he saltado toda la sección de relaciones, pero aparte de eso el día ha dado bastante de sí…. En 24 horas se pueden hacer muchas cosas …
Y entonces me pregunto cómo es posible que uno de los males de nuestros días sea “la falta de tiempo”, ¿será que dedicamos mucho tiempo a cosas que podríamos eliminar de nuestras vidas? ¿será que pasamos muchas horas en trabajos que no nos gustan y nos desgastan? ¿será que hemos perdido la referencia de lo que verdaderamente es importante? ¿será que eso de decir no tengo tiempo de nada nos hace sentir especiales? ¿será que vivimos en una sociedad donde se premia a los que dicen estar muy ocupados?
A mi me da que sí, que algo tienen que ver todas estas cosas. Pero resulta que yo me he propuesto ir a contracorriente y vivir a otro ritmo, y la sensación es que cuanto más slow vivo más se alargan mis días, más sensación tengo disfrutar del momento, y más tiempo tengo para lo que yo considero importante: VIVIR.
Sara says
Hola, María!
Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión, pero sobre todo creo que sí, que hay algo de eso de que vemos con mejores ojos al que está todo el día ocupado, sin parar, aunque sea por pose, por mala organización…por puro gusto, que el que ha abandonado tareas que le lastran y consigue disfrutar de lo que verdaderamente le aporta algo bueno. No sólo hay que deshacerse de las presiones propias que nos impiden quedarnos con lo esencial, si no con las poses externas que en ocasiones nos hacen perder nuestro rumbo interno.
Gracias por tu reflexión y disfruta de tu viaje!
mariablog says
Ay, las poses … cómo nos cuesta deshacernos de ellas … y es que como lo que se lleva es vivir estresado, cuando uno decide ir a lo simple, a lo verdaderamente importante, se convierte en un “vividor” o un “viva la vida”, con las connotaciones negativas que llevan asociadas … igual el próximo post va de esto… Gracias por tu opinión! Un abrazo!
mariablog says
Hola Raquel! Gracias! Lo bueno es que cada vez somos más los que pensamos así, yo estoy convencida de que llegará el día en que lo que ahora se considera “normal” parecerá una locura.