Convertir la piel de un animal en cuero es un proceso cargado de crueldad y maltrato animal que afecta al medio ambiente. Además dista mucho de ser un material sostenible porque el tratamiento de estas pieles requiere una gran cantidad de productos químicos altamente tóxicos y agua que termina generando residuos muy contaminantes que van a parar al mar y afectan a nuestra salud.
Es fácil sustituir el cuero por telas resistentes en la mayoría de prendas y complementos pero en el calzado se complica un poco más.
Por eso hemos pasado años probando distintos materiales para encontrar alternativas sostenibles que sean lo suficiente resistente para que nuestros botines de invierno sean 100% veganos. De hecho en nuestros primeros años no sacábamos colecciones de invierno.
Ahora usamos dos tipos de cueros veganos que nos permiten equilibrar la relación calidad-precio-sostenibilidad que queremos dar:
- La primera alternativa que hemos usado en los últimos años ha sido el cuero vegano sintético hecho con un porcentaje de plástico reciclado. En el proceso de creación no se usan productos químicos tóxicos ni metales pesados.
El lado positivo de este material es que es resistente y tiene las características que necesitamos, como flexibilidad, suavidad, transpirabilidad y aunque no es impermeable repele el agua.
La parte negativa de este material es que al ser un derivado del plástico cuando se convierta en residuo tardará mucho tiempo en degradarse si no se recicla. Ya estamos trabajando intensamente en solucionar esto. Nuestro objetivo es que todas nuestras Slowers se reciclen y esperamos poder hacerlo realidad este sueño muy pronto. - Este año, por primera vez, hemos usado cuero vegetal, un material mucho más sostenible. Hemos elegido el Piñatex. Un tejido hecho a partir de fibras de hoja de piña.
Este material tiene bastantes ventajas, la principal es que está hecho con una materia prima que en sí es un desperdicio de la industria alimentaria. Usarla supone proporcionar una fuente de ingresos extra a los agricultores que cultivan la piña.
Su principal ventaja, a parte de la resistencia es que es un material biodegradable. Esto supone que cuando el zapato se convierta en residuo volverá a alimentar la naturaleza y formará parte de su ciclo de regeneración del planeta.
Para nosotros a día de hoy el Piñatex es la alternativa al cuero más sólida y sostenible. Por eso lo hemos incorporado en una parte de nuestras Horus, el botín de la colección de invierno que verá la luz en los próximos días. No ha sido algo fácil porque lleva tiempo, dinero, pruebas y errores. Las máquinas de coser y las persona que los confeccionan tienen que adaptarse y aprender a manejar el nuevo tejido.
Lo hacemos con gusto porque para nosotros usar cuero animal en nuestros zapatos nunca ha sido una opción. Conocer el impacto de la explotación animal en el medio ambiente y en la calidad de vida de los animales nos motiva para que nuestros esfuerzos valgan la pena. - La investigación avanza y se están creando cueros vegetales increíbles de basados en materias primas como setas, coco, corcho, madera, hojas y frutos de teca y soja.
Uno de los avances más prometedores es el cuero cultivado en laboratorio (biofabricado). Se hace a través de hongos pero por ahora queda mucho camino por recorrer para que todas estas sean alternativas reales, resistentes como para usar en calzado y asequibles. Aún así nosotros observamos con atención este tipo de novedades. Y seguiremos haciendo pruebas para que nuestras Slowers sigan siendo resistentes, sostenibles, veganas y bonitas.
Porque el hecho de que sean duraderas también es un requisito para la sostenibilidad tal y como la entendemos nosotros.
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maria says
Así es, Mil gracias!