DIMENSIONES PARALELAS

Y hoy vuelvo con mis paseos, mis reflexiones y este ser inspirador llamado Ringo. Resulta que muchos días, hoy por ejemplo, mientras estamos paseando Ringo se queda mirando fijamente a un punto concreto.

 

¿Creéis que soy capaz de entender por qué mira tan fijamente sin moverse? La verdad es que raramente acabo descubriendo la razón, lo cual me da que pensar en todo lo que ocurre a mi alrededor sin que yo me de cuenta, en todo lo que se me escapa sin intuirlo siquiera.

 

Claro, desde una visión puramente egocéntrica y humana podría decir que no pasa nada, que Ringo ha decidido mirar ahí porque es un perro y punto. Así solucionamos las cosas los humanos.

 

 Pero yo ya no soy capaz de ver las cosas de esa manera, es más, cuando decido prestar atención para saber qué le perturba muchas veces acabo descubriendo que hay un animalito muerto, o unas cabras que nos estaban observando sigilosas, o se escucha un disparo de cazadores a lo lejos, … en fin, que como os he comentado otras veces, su instinto y su olfato les dan 20 vueltas a los míos.

 

Así que a mi me da por pensar que vivimos en un mundo extraordinario del que habitualmente sólo llegamos a intuir una parte muy pequeña, porque nuestra propia visión limitada de la vida no nos permite llegar más allá. Vamos, que tengo la sensación de vivir en un universo con muchas dimensiones paralelas de las que sólo apreciamos aquellas a las que estamos abiertos.

 

¿Os cuento una historia? Dicen que cuando las primeras carabelas llegaron a las Américas los indígenas no fueron capaces de verlas en el horizonte porque nunca habían visto nada parecido, y su mente no era capaz de asimilarlo. Fue el chamán, con una mente más abierta, quien siguiendo las ondulaciones del mar acabó identificándolas y tras explicar al resto lo que veía los demás empezaron a verlas.

 

Pues bueno, a mí me parece que esto es nuestro pan de cada día, que hay muchas cosas sucediendo a nuestro alrededor que no vemos porque nuestra mente no está abierta a esas experiencias.

 

Ahí lo dejo para la reflexión! A disfrutar del slow life!