En defensa del mundo rural

Ya sabéis que la palabra rural forma parte del vocabulario habitual cuando nos referimos a Slowers. Hay varias razones para ello, en primer lugar soy pobladora rural y esto de alguna forma se transmite a las cosas que hago y evidentemente a mi proyecto. Por otra parte me gusta vivir en un pueblo, el aire puro, el silencio y el contacto diario con la naturaleza son aspectos que uno da por hecho aquí y que muchas veces sólo acabas apreciando por contraste cuando estás unos días en la ciudad y empiezas a sentir que te falta el aire.

 

 

En la foto la silueta de mi querida Morella

 

 Pero principalmente he querido que Slowers estuviera vinculado a lo rural porque me niego a que los pueblos desaparezcan. Es muy triste ver que los datos de población disminuyen progresivamente y que muchas veces esto supone un punto de no retorno, pues una vez la administración elimina los servicios básicos cuesta recuperarlos. Yo considero que durante muchos años la vida en los pueblos ha sido denostada, en esta sociedad donde lo que impera es demostrar éxito social, actividad y escalada profesional quedarse en un pueblo parecía limitante. En este punto en el que estamos sin duda considero que vale la pena replantear estos conceptos.

 

La principal causa por las que nos vamos a la ciudad es la búsqueda de oportunidades, de trabajo, de una vida mejor … pero ¿de verdad es así? Me cuesta pensar que vivir rodeado de hormigón, ruido, velocidad y contaminación sea una vida mejor (estoy segura de que si escucháramos a nuestro cuerpo nos diría lo contrario), sin duda tampoco es trabajo lo que se encuentra en estos momentos, y las oportunidades están allí donde uno las crea, son patrimonio de las personas, y más en un mundo conectado por internet.

 

Así que yo apuesto por una vuelta a lo simple, por vivir más en contacto con la naturaleza, por desacelerarnos, por crear nuestros propios proyectos allí donde estemos, por caminar a otro ritmo … Qué me decís slowers, ¿os apuntáis?