Vivimos en una sociedad donde se valora mucho la experiencia, y no voy a ser yo quien niegue que es importante y que nos aporta muchísimo. Y a la vez considero que muchas veces acaba con la creatividad.
Cuántas veces hemos visto que hacemos algo porque “siempre se ha hecho así” y de repente llega alguien que no conocía esa forma de hacerlo y crea otra completamente nueva que se adapta mejor a la nueva situación.
Una vez más, imagen de Pinterest. “Para vivir una vida creativa debemos abandonar nuestro miedo a equivocarnos” Joseph Chilton Pearce
Porque los tiempos cambian y todo debería cambiar para adaptarse a las nuevas situaciones, ya hablábamos el otro día sobre el cambio y de ser agua para poder fluir con facilidad ante los desafíos de la vida.
Así que lo ideal sería poder coger toda esa experiencia acumulada a través de los años y ser capaces de darle un giro creativo. Y esto, que parece tan fácil, muchas veces nos resulta complicado.
Hay una razón para ello y está en la forma de trabajar de nuestro cerebro. Los científicos coinciden en que nuestras neuronas funcionan con conexiones y aquellos circuitos que usamos de forma habitual se vuelven fuertes y a la vez esto provoca que sean los primeros que usamos (bueno, esto es una explicación a mi manera). Es decir, cuanto más piensas de una forma, más se fortalece esa forma de pensar y por lo tanto más la seguirás usando. En fin, una rueda.
Así, si siempre hacemos las cosas de una manera, cada vez nos resulta más difícil ver otras formas posibles de hacerla. ¿No os ha pasado nunca? Te empeñas en que algo debe salir como lo has hecho siempre y cuando por algún motivo no sale, no eres capaz de ver otras posibilidades. De repente llega alguien que no tiene ni idea del tema y te dice ¿por qué no lo haces así? Y tu te quedas mirando alucinada ante la simplicidad del asunto.
Pero ya veis, son cosas de nuestro cerebro. De ahí la importancia de hacer cosas nuevas para abrir circuitos que nos lleven a nuevas formas de pensar. De ahí la importancia de realizar actividades que potencien nuestra creatividad y aparcar esa experiencia que nos limita.
Para mi en Slowers todo es nuevo y desde el principio decidí ser autodidacta, no cerrarme a una manera de hacer las cosas y empezar a guiarme por mi intuición (reconozco que es una reacción a mi pasado, ya que siempre fui una incondicional de la experiencia y de hacer las cosas “como siempre se han hecho”).
Así que ahora allá voy yo con mi creatividad, mi intuición y la experiencia que tomo prestada de personas que considero referentes en diferentes ámbitos. Pero ante todo, eso sí, me responsabilizo de cada decisión y de que salgan como salgan las cosas, yo lo he elegido.
¿Que tomo muchas decisiones fuera de lo habitual? Sí ¿Que me equivoco? Muchísimo ¿Que he logrado cosas que con una mente limitada jamás hubiera conseguido? Desde luego!
Y por eso ¿sabéis lo que más me gusta? Que descubro cada día que existen mil formas diferentes de hacer algo y que la mayoría de las veces no necesitamos nada más que ser capaces de abrir nuestra mente.
JESÚS ROS says
Hola:
Me agrada mucho lo que he leído, reflexiones sobre cómo posicionarse en la vida. Es hermoso.
Pero me cuesta entender esa dicotomía que planteáis entre experiencia y creatividad. ¿Puede ésta ser “mágica” sin aquella?. Me cuesta mucho comprender a Goya -y a otros grandes creadores- sin el bagaje de su experiencia.d
Es la experiencia vivida la que lleva la semilla del cambio, el motor primero de la creatividad. La intuición es inteligencia nutrida de cientos de conocimientos que por lo mismo sabe que cuanto más la libera más fecunda es.
Los grandes creadores son y han sido personas que han vivido y viven en profundidad. La experiencia siempre será un grado