Hace tan solo seis años casi nadie había escuchado los términos “Fast Fashion” y “Slow fashion”. Son palabras que cada vez suenan más aunque no todos conocemos la diferencia. Si además hace poco que tienes contacto con el mundo de la moda sostenible te vendrá bien aclarar términos para que puedas comprender mejor. Aquí voy:
¿QUÉ ES EL FAST FASHION?
Su traducción es moda rápida y se refiere al modelo de producción que hoy día han adoptado las grandes marcas. Hace 20 años se producían colecciones para 2 temporadas: Primavera-verano y otro-invierno. Hoy día las grandes cadenas sacan 52 colecciones nuevas al año (1 por semana), generando escasez en las tiendas e incitando a la compra compulsiva y al consumo rápido.
Esta forma de producir implica la deslocalización de las fábricas. Vamos, llevar las fábricas a países pobres donde la mano de obra es barata. Para sostener esa producción la industria necesita hacer todo lo posible para acelerar el proceso con los mínimos costes, haciendo cosas como: cultivar la materia prima de forma intensiva usando masivamente pesticidas, salarios bajos, jornadas laborales largas y a veces inhumanas, trabajo infantil, uso de tintes químicos y materiales sintéticos de poca calidad… Y por supuesto mala gestión de la energía y de los residuos. En definitiva una forma de producción que se está cargando el planeta y dañando a la sociedad para hacer ropa barata prácticamente de usar y tirar.
¿Y QUÉ SIGNIFICA SLOW FASHION?
Slow fashion, o lo que es lo mismo pero no suena igual de bien, moda lenta. La slow fashion surge como respuesta a la terrible huella que deja a su paso la fast fashion. Aún así es un termino un poco más difícil de explicar porque al mismo tiempo surgen otros como “ethical fashion” (moda ética) y “sustainable fashion” (moda sostenible). Los tres movimientos representan valores muy parecidos aunque con matices y prioridades diferentes. Ese no es el tema de hoy, así que volviendo al modelo slow:
Slow fashion se refiere a una moda diseñada de forma cuidadosa, dando tiempo a los procesos con el objetivo principal de crear prendas o calzado de buena calidad y que perdure en el tiempo. Estilos que no siguen las tendencias, prendas atemporales pensadas para que tengan vidas largas, se aprovechen y se disfruten sin quedar obsoletas a la primera de cambio.
Para mi la principal diferencia entre la slow fashion y la fast fashion es el cuidado con el que se hace. Y ese cuidado no solo está en el diseño sino que también implica tratos justos con proveedores, materiales lo más sostenibles posibles o de proximidad, condiciones dignas para los trabajadores, tiempos de producción cabales, respeto por la energía y el medio ambiente…
Lo que es hacer las cosas con atención y bien hechas.
Las marcas de fast fashion todos sabemos cuales son y donde encontrarlas pero la slow fashion requiere cierta implicación como consumidores porque quién la hace son pequeñas empresas, como Slowers, con presupuestos pequeños en publicidad o sin presencia en tiendas físicas.
No quisiera que este post te haga sentir mal por tu forma de comprar hasta ahora, sino más bien lo contrario, tener información es tener poder. Ahora tienes más poder de decisión sobre que prácticas vas a fomentar a partir de ahora con tus compras.
Si tienes alguna sugerencia o duda me encantaría leerla en los comentarios.
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