Hace dos semanas estuve en Madrid en la IV Jornada de Moda Sostenible que organiza Slow Fashion Spain en las que se habla sobre moda sostenible y ética desde diferentes puntos de vista .
Y hablando de moda sostenible … marchando unas Slowers …
Asistir a este tipo de eventos siempre es positivo, en primer lugar porque entras en contacto con personas con puntos de vista similares al tuyo y eso siempre se agradece. Por otra parte porque aprendes, abres los ojos, abres mente y corazón, y nuevas ideas empiezan a fluir. Y también porque así salgo de la pantalla del ordenador, porque esto de los negocios online está muy bien pero también necesitamos el calor humano.
Y ya te puedes imaginar que hubo gran cantidad de datos interesantes y personas increíbles, pero de todo yo me quedé con Idili Lizcano, ese hombre que me cautivó en cuanto empezó a hablar. ¿Por qué? Porque por primera vez escuché a un empresario hablar abiertamente de espiritualidad y negocios.
Sí, ya sabes que yo me muevo, leo, busco … y sí, se que hay empresarios (me refiero a empresarios que no se dedican directamente al mundo del coaching, desarrollo personal, etc.) que hablan de motivación, de crecimiento personal, de explorar nuestro potencial … incluso de espiritualidad , pero siempre de una forma comedida, con unos límites muy estudiados, pues parece que asusta ir un poco más allá.
Bien, por lo visto Idili no tiene ese tipo de problema, como el dijo “ha salido del armario”. Habló de dinero y de negocios, pues esa era la temática de su mesa junto a Joan Antoni Melé (vale la pena escuchar alguna de sus charlas online), y también habló de la felicidad, del ego, de la importancia de volver a los valores femeninos, de conectar, de la abundancia …
Así que Idili, creador de la empresa de cosmética natural Alqvimia, trabaja para tener una empresa feliz, con trabajadores felices, porque entiende que en eso consiste la vida. Y trabaja también para tener una empresa rentable, abundante, porque así es la naturaleza del Universo. Y además entiende que su empresa debe ser sostenible y respetuosa con el medio ambiente, porque debemos honrar a la Tierra que nos sostiene.
En fin, fue un soplo de aire fresco poder escuchar de cerca a este empresario, saber que sí, que es posible, que empresa y espiritualidad no están reñidos. Es más, que el mundo necesita a este tipo de empresarios para poder crecer hacia una economía humanizada, donde la felicidad, las personas, la naturaleza y el dinero están unidos.
Y claro, también me gustó constatar que todo eso que yo siento dentro de mí y que intento expresar con Slowers tiene sentido, y que ya hay gente que va por delante abriendo camino. Así que a partir de ahora tengo un nuevo referente en mi lista, Idili, voy a seguirte de cerca!
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