Llevaba varias semanas con este post en mente, esperando la ocasión para hacer la foto perfecta, al final no he conseguido la foto pero he decidido explicaros igualmente esta pequeña historieta.
En una de nuestras rutas de paseos matutinos algunos días nos encontramos con una vaca a la que le gusta escaparse de la zona vallada. Siempre es la misma y cada vez se reproduce la situación: Ringo empieza a ladrar y saltar (se debate entre el miedo y la valentía) y la vaca en cuanto lo ve empieza a trotar hacia un lugar concreto de la valla, y en ese punto (lo tiene muy estudiado porque siempre es el mismo) hace un ejercicio de contorsionismo y vuelve a entrar en su zona habitual, junto a sus compañeras.
La cuestión es que ahora debido a las intensas lluvias todo el monte está verde y hay mucha hierba tierna y rica, pero esto no suele ser habitual en estos parajes, así que esta vaca, la aventurera del grupo, se sale de la zona permitida (¿podríamos llamarle zona de confort?) y va un poco más allá donde existe un fabuloso sembrado de cebada enterito para ella.
Y ¿qué es lo que más me llama la atención? Pues el hecho de que el resto de vacas la ven entrar y salir tranquilamente por esa zona de la valla pero ninguna osa hacer lo mismo. Me las puedo imaginar rumiando y lanzando diferentes tipos de comentarios:
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Vaya, mírala, qué pasa ¿no le gusta estar con nosotras? ¿no somos suficiente para ella? Se cree diferente.
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Con lo bien que estamos aquí todas juntitas… ¿para qué tiene que salir? Un día se perderá y no podrá volver.
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Está loca! Ese no es nuestro sitio, nuestra valla está muy bien definida, si nos han dejado aquí es porque este lugar es seguro para nosotras.
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¿Qué habrá ahí fuera? Quizás yo también podría intentarlo, igual es interesante … bueno, sin falta mañana me decido… mañana sí que sí…
¿Entendéis a qué me refiero queridos slowers? ¿A alguien le suena de algo?
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