Lo contrario de extraordinario es “muy bueno”. Qué frase ¿verdad? Es de Seth Godin, gran gurú del marketing, y aparece en su libro “La vaca púrpura”, donde habla justamente de eso, de que hoy en día ya no sirve hacer las cosas bien, ni siquiera muy bien, en este mundo cambiante en el que vivimos si quieres que hablen de ti (o de tu negocio), si quieres destacar, tienes que hacer cosas extraordinarias.
Y yo creo que esto aplica para todo, es decir, si quieres tener trabajo tienes que ser extraordinario en lo que haces, si quieres que tu negocio funcione tienes que ofrecer excelencia. Vamos, que ya no sirve eso de hacer las cosas correctas para salvar el expediente.
¿Y cuál es la forma de ofrecer algo extraordinario? Sin duda hacer algo que te guste mucho, algo que te apasione y que te haga vibrar, algo que de forma natural y sin esfuerzo te permita expresar lo mejor de ti. No hay otra.
Vivimos en un momento paradójico, estamos en una de las épocas con mayor índice de paro, y a la vez todas las personas que conozco en posición de contratar a gente (y digo todas) se quejan de que no encuentran los perfiles que buscan, que falta motivación, que es muy difícil encontrar gente válida, etc … las mismas quejas se repiten en todos ellos.
Esto me hace pensar que tenemos un problema gordo de base, nos hemos educado en un sistema alejado de la pasión y el talento, donde lo único que teníamos que hacer era pasar exámenes de la mejor forma posible. Y de repente nos encontramos con un mercado laboral vivo en el que eso ya no sirve, donde nos están pidiendo excelencia y compromiso, y resulta que eso no lo sabemos hacer porque nadie nos ha enseñado. Y esto aplica a todos los niveles, desde superjefes a la base, que conste.
Para mí existe un desajuste tremendo entre el sistema educativo actual y el momento que estamos viviendo, este sistema fue creado para la situación socioeconómica del siglo XX y estamos en el siglo XXI, un siglo lleno de cambios y donde todo se mueve a gran velocidad.
Así que lo que toca ahora es buscar la excelencia, sea haciendo pan o diseñando un edificio, porque como dice Seth Godin lo “muy bueno” es aburrido, es algo que ocurre cada día, algo que no merece la pena mencionar. Yo añado: y fácil de sustituir.
Qué me decís, slowers, ¿nos unimos al carro de lo extraordinario?
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