Los beneficios del agradecimiento

Algo tan sencillo como agradecer tiene grandes beneficios en nuestra salud y hasta el poder de cambiarnos la vida.

La ciencia ha comprobado lo que cualquiera puede comprobar, que agradecer provoca cambios positivos en nosotros.

Hoy compartimos algunos beneficios del agradecimiento y los distintos niveles en los que se puede estar en este ámbito en la vida.

LOS BENEFICIOS DEL AGRADECIMIENTO

• Mejora la salud física. Fortalece el sistema inmune, regula la tensión arterial y los niveles de azúcar en sangre.
• Reduce el miedo, por lo que nos ayuda a sentirnos más seguros y confiados.
• Nos pone en actitud receptiva y nos conecta con el merecimiento. Apreciar lo que tenemos nos hace ver que merecemos recibir.
• Nos sentimos más satisfechos con la vida. Nos aporta un cambio de perspectiva, pasamos de sentir “que se nos debe algo” a la visión de que “todo es un regalo”.
• Nos conecta con el aquí y ahora. El presente es un regalo por que es el único sitio donde está la vida.
• Agradecer todo lo que ha llegado a nuestra vida contribuye a que seamos más optimistas y alegres.

LOS DISTINTOS NIVELES DE AGRADECIMIENTO

1. Desagradecimiento. Cuando estamos desagradecidos sentimos que la vida nos debe algo. Que no hay nada que se nos haya dado. Es una postura de exigencia ante la vida. ¿Qué te daría una persona a la que la trataras siempre así?
   
2. Agradecer por educación y corrección todos damos las gracias. Pero la mayoría de las veces no son unas gracias sentidas o desde la intención de reconocer y valorar aquello que recibimos. Aún así es un primer paso.
   
3. Agradecer de manera sentida las cosas buenas que nos pasan. Un golpe de suerte, conseguir aquello que deseabas y por lo que habías trabajado… Este agradecimiento nos nace de manera espontánea a la mayoría. Esto nos abre la puerta a sentirnos merecedores de recibir.
   
4. Agradecer las pequeñas cosas cotidianas. En este nivel es donde el agradecimiento puede cambiarnos de manera más significativa la perspectiva ante la vida. Agradecer un nuevo día, agradecer un desayuno, tener un techo, estar rodeado de las personas que amamos, estar vivos… Agradecer todo lo que damos por hecho nos pone en actitud de recibir.
   
5. Agradecer las dificultades. Este nivel es mucho más elevado. Agradecer un conflicto con una persona, una situación desfavorable en el trabajo o una multa de tráfico no es tan sencillo. Dar gracias por estas cosas es reconocer que tienen un regalo para nosotros aunque no nos guste pasar por eso. Agradecer lo difícil es reconocer que de esa presión puede salir lo mejor de nosotros mismos, que quizá es justo lo que necesitamos para movernos hacia donde queremos estar de verdad.
   
6. Agradecimiento hacia nosotros mismos. Este es un punto que a muchos sencillamente se nos olvida. Conectar con el agradecimiento del propio camino es darnos reconocimiento sencillamente por vivir. Parece que solo merecemos la palmadita en la espalda cuando nuestros resultados son los que esperamos. Pero agradecernos a nosotros solo por intentarlo, solo por respirar, solo por estar, solo por ser es como un bálsamo que nos sana y nos motiva para continuar.
   
7. Recibir el agradecimiento. La gratitud es bidireccional. Está muy bien saber dar las Gracias pero también lo está saber recibirlas. Tenemos el resorte de contestar rápidamente con un de nada o un a ti. Es como si de alguna forma las rechazáramos.
   ¿Qué tal si la próxima vez que nos den las gracias miramos a los ojos a la persona y simplemente sonreímos? No es fácil, ¿verdad?.
   Otra opción sería contestar: A ti, también. Las palabras tiene poder, así que el también nos incluye y deja espacio para recibir el reconocimiento.

Y hasta aquí el post de hoy, esperamos que sirva para reflexionar y aplicar el agradecimiento porque es una básico de una vida más Slow y más feliz.

Como no podía ser de otra manera queremos terminar con un agradecimiento sentido hacia todos los que leéis el blog y compartís camino con nosotros. A todos los que confiáis en Slowers, a los que camináis con nuestros zapatos a un ritmo más slow. Y a todos aquellos que aún no habéis calzado unas Slowers también os damos las gracias.

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