“Me reiré de mí mismo porque el hombre es lo más cómico cuando se toma demasiado en serio”. Og Mandino
Estos días me ha dado por leer esta frase y es que me parece genial. Vivimos la vida con una gravedad tal, que visto desde afuera y con objetividad llega a resultar de lo más cómico.
Eso de hacer una montaña de un grano de arena es algo en lo que la mayoría de nosotros somos especialistas. Y la cuestión es que gran parte de esas cosas a las que dedicamos tanta importancia en un momento dado son cosas de las que en unos años no nos acordaremos. Pasarán, como pasa todo en esta vida. Es más, en su mayoría son cosas minúsculas y ridículas.
Hace tiempo escuché unos cuantos videos de Emilio Duró hablando sobre la felicidad (entretenidos y constructivos, por cierto) y de todos me quedé con un trocito que aún no he olvidado. Voy a explicarlo desde mi memoria, así que quizás no son las palabras exactas que utiliza él pero sí el sentido.
Es cuando habla del momento en el que todo cambió para él, el momento en que empezó a vivir la vida desde otra perspectiva y se centró en encontrar las causas de la felicidad. Emilio era un ejecutivo de éxito y en ese momento de su vida tuvo un ataque cardíaco. En un video explica que cuando estaba en la ambulancia en estado grave pensó: “Hay que ser tonto para morirse porque Yoplait no va a vender más yogures este mes”.
No me digáis que no es cierto. Nos cerramos en banda con cosas que parece que son el fin del mundo, nos obsesionamos, y mientras se nos olvida que la vida está ahí esperando a que nos decidamos a vivirla.
Y en relación con esto os cuento que el otro día participé en un evento online (Ethical Fashion Forum) que organizaba la plataforma inglesa Source para marcas de moda ética. El evento era a través de GoWeminar, donde estábamos conectados tanto las marcas, en este caso de zapatos y bolsos, como tiendas y personas interesadas.
La cuestión es que me habían explicado que ellos harían la introducción de las marcas y que luego tendríamos unos minutos para hacer hincapié en lo que nos interesara. Y aquí, haciendo un inciso, debo indicar que yo hace unos 10 años hablaba estupendamente inglés, y que después de tantos años sin práctica ya no puedo decir lo mismo.
Pero bueno, yo pensé que podía manejar bien la situación y allí estaba yo con mi micrófono y auriculares atenta a que me abrieran en micro. En un principio todo perfecto, yo me había preparado unas notas y las fui siguiendo. No problem.
El tema vino cuando la moderadora decidió empezar a hacerme preguntas, y a partir de aquí, y como quiero ser positiva, lo único que puedo decir es que la próxima vez lo haré mejor, y que si algo me ha quedado claro es que tengo que ponerme las pilas con el inglés ya.
Así que volviendo a lo que hablábamos antes, aquí estoy escribiendo este post y compartiendo con vosotros ese momento estelar, riéndome al recordarlo, firme en mi propósito de no tomarme nada demasiado en serio. Porque como digo en el título: me reiré del mundo y de mí misma.
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