El minimalismo es un estilo de vida que invita a centrarse en lo importante y eliminar lo innecesario, y afecta tanto a objetos como a actividades.
“Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos” Will Smith
Esta me parece una frase excelente para empezar porque describe algunos de los despropósitos a los que se puede llegar siguiendo el estilo de vida consumista en piloto automático. Esta forma de vida a la larga nos trae insatisfacción y agotamiento. Esto no es una gran novedad, seguro que como yo has tenido oportunidad de perderte alguna vez y experimentarlo por ti mismo.
En respuesta a este absurdo y las consecuencias que genera en la vida de cada persona y en el medio ambiente acumular incesantemente, nace el movimiento minimalista.
El minimalismo es una filosofía de vida aplicada al lifestyle que promueve la idea de identificar y valorar lo importante y eliminar lo superfluo para vivir una vida plena. No se trata de renuncia por renunciar sino de priorizar y elegir para vivir más liviano.
Ser minimalista no tiene por qué ser meter todas tus pertenencias en una mochila y viajar por el mundo o vivir en una casa sin muebles y con todas las paredes blancas.
El minimalismo es una forma de vida en la que te centras en lo que es vital para ti desde tu individualidad. No es lo mismo lo que necesita una familia con 3 hijos, que una pareja, que una persona sola. Tampoco es lo mismo lo que necesita un agricultor, un viajero, un ceramista o un diseñador gráfico y aún así todos ellos pueden tener un estilo de vida minimalista. La idea es adaptar las premisas del minimalismo a cada forma de vida. Así que, si por tu trabajo o tu estilo de vida necesitas muchos objetos, maquinaria, ropa o formación no pienses que el lifestyle minimalista no es para ti.
Hay muchas corrientes y formas de aplicar el minimalismo. Una de ellas es el proyecto 333 aplicado al armario, en el que se usan 33 prendas cada 3 meses. Otro es el que promueve reducir todas tus pertenencias a 100. O que todas tus pertenencias quepan en una mochila. También hay un juego minimalista que invita a deshacerse de 3 objetos cada día durante 30 días. O incluso está el método de Mari Kondo. Todas son buenas formas de seguir el minimalismo pero no son las únicas.
A continuación voy a contarte tres pasos básicos para empezar a aplicar el minimalismo sin seguir ninguna regla restrictiva:
Paso 1. OBSERVAR
Es importante poner consciencia en como es tu día a día. ¿Te rodea el desorden y el caos? ¿Te cuesta encontrar lo que buscas? ¿Te fastidia el tiempo que usas en limpiar el polvo u ordenar tu casa? ¿Tienes muchas cosas que no usas? ¿Tienes cosas en un trastero al que nunca vas? ¿Cuánto tiempo tardaste en abrir las últimas cajas de tu última mudanza? La respuesta a estas preguntas traerá consciencia a tu relación con lo que tienes. Lo importante en este paso es darte cuenta de qué es realmente prioritario para tu vida y qué no.
Paso 2. REDUCIR
El siguiente paso es deshacerte de las cosas que no necesitas y no usas. Hacerte algunas preguntas como ¿De verdad lo necesito? ¿Me gusta? ¿Lo he usado en el último año? Si la respuesta es no, deshazte de él. Según el método de Mari Kondo la pregunta que debes hacerte es si ese objeto aporta felicidad a tu vida. Me parece una buena pregunta para identificar qué es esencial. La respuesta a estas preguntas te ayudará en la selección de objetos. Además puedes aplicarlo a las actividades, suscripciones y hasta a las relaciones.
La reducción trae varias consecuencias inmediatas, una de ellas es un mayor orden, la descongestión del espacio y mayor claridad sobre lo que tienes.
En este paso hay dos temas importantes para tener en cuenta:
-Uno es el apego emocional hacia los objetos. Evalúa siendo sincera contigo misma sobre el por qué guardas la foto de la comunión de tu sobrino y si no sería mejor digitalizarla o deshacerte de ella y realmente llamarlo más a menudo. Este tipo de apegos llevan a algunas personas a detenerse. Así que pon especial atención. Un truco es dejar este tipo de objetos para el final, para cuando ya eres experto en diferenciar lo esencial de lo superficial.
– Y el otro es la prisa por sacar todo lo que no quieres de casa sin pensar en como alargar su vida. Selecciona tu basura en bolsas para donar, regalar, vender y reciclar. Es una incongruencia querer poner orden y limpieza en tu casa añadiendo polución y caos al planeta.
Paso 3. HÁBITOS DE COMPRA
El minimalismo para que sea duradero tiene que afectar también a tus hábitos de consumo. Comprar cosas que no vas a usar solo porque sigues el impulso en ese momento hará que vuelvas a llenar tu armario, tu casa, tu trastero y hasta tu agenda de cosas y actividades que no te aportan nada. Así rápidamente vuelves al bucle del caos. Hay una buena solución a todo esto y es la técnica del: “Entra uno, sale uno”. O lo que es lo mismo, comprar solo para sustituir algo estropeado o inservible.
Otro punto importante del que el minimalismo te hace consciente es de tu forma de funcionar. Así que si tu tendencia es a acumular objetos que no necesitas probablemente estás haciendo lo mismo con las relaciones, las obligaciones, las preocupaciones e incluso con los compromisos que te impones. Así que también es un método de autoconocimiento.
Para terminar decirte que la idea del minimalismo es simplificar, nunca limitar tu vida. Y los beneficios son enormes. Más espacio, más dinero, menos contaminación, menos basura, menos tiempo buscando, menos decisiones (por ejemplo a la hora de qué ponerte), más tiempo libre, más orden con menos esfuerzo, más espacio mental liberado y más cuidado a lo que ya tienes.
El exceso de objetos es un lastre que nos impide avanzar por la vida con liviandad y claridad. ¿Te atreves con el minimalismo? ¿Qué es lo qué más te frena para pasar a poner en práctica estas ideas? Me encantará leer tus comentarios.
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