Una buena definición de moda sostenible podría ser: “toda aquella ropa fabricada sin comprometer los recursos de futuras generaciones y que tenga como principio fundamental el respeto por el medio ambiente así como por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso”.
Teóricamente parece sencillo, pero al llevarlo a la práctica influyen muchas variables que no ponen fácil el cumplimiento de esta definición.
Empecemos por el principio. La palabra moda nos lleva inevitablemente a la idea de algo efímero o pasajero; de hecho podemos decir que el concepto moda en el ámbito de la ropa conlleva una obsolescencia programada.
Por eso la unión del sustantivo “moda” con el adjetivo “sostenible” suena a contradicción.
La moda sostenible no es una tendencia para un par de temporadas, tiene la clara vocación de perdurar en el tiempo y frenar el impacto que la industria de la moda está dejando en el planeta y en la sociedad. No podemos olvidar que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta y una de las que produce bajo las condiciones laborales más abusivas.
Deja que te lo muestre con algunos datos.
El por qué de la moda sostenible: 11 cifras que te pondrán en alerta
#1 La industria de la moda contribuye al 10 % de la huella de carbono global. Si nada cambia, en 2050 esta industria será la responsable de una cuarta parte de la emisión mundial de carbono.
#2 La ropa libera medio millón de toneladas de microfibras al océano cada año, es decir, el equivalente a más de 50 billones de botellas de plástico.
#3 El sector textil es el 2º mayor contaminante de agua dulce en el mundo por detrás de la agricultura.
#4 Alrededor del 22 % del impacto ambiental de la industria de la moda está representado por el transporte.
#5 Tan solo utilizamos una prenda en 95 ocasiones antes de desecharla a la basura, una estadística que aumentó un 36 % desde 2002 hasta 2016 (1).
#6 El 87 % de las fibras utilizadas para fabricar 100.000 millones de prendas a nivel mundial terminan en un vertedero o son incineradas.
#7 Una sola prenda de poliéster libera hasta un millón de microfibras de plástico en un único lavado.
#8 Los pronósticos cifran en 102 millones de toneladas el consumo de ropa en 2030.
#9 Tal y como informó Greenpeace en su informe “Destino cero: siete años desintoxicando la industria de la moda”, el 85 % de la industria de la moda todavía está lejos de eliminar la sustancias químicas peligrosas de su cadena productiva.
#10 Tan solo el 2 % del precio de una prenda de vestir vendida en Australia llega a los bolsillos de los trabajadores. Allí el sector factura 27.000 millones de dólares anuales (2).
#11 Una de cada diez camisetas que se fabrican en el mundo portan la etiqueta “made in Cambodia” [XLSemanal]. Camboya es una de las naciones más pobres del mundo y el 75 % de sus exportaciones provienen de la industria textil. Allí, los empleados del sector (muchos de ellos menores de edad) llegan a trabajar hasta 80 horas a la semana y por ello obtienen poco más de 100 euros mensuales. [Público]
Si quieres profundizar más sobre las consecuencias que la industria tradicional de la moda está ocasionando, te recomiendo este documental emitido por La Noche Temática.
Cómo surge la moda sostenible
Las cifras sobre el impacto que la industria de la moda ha tenido y continúa teniendo sobre nuestro planeta son llamativas ¿cierto? Seguro que ahora que eres consciente la situación, puedes comprender por qué la moda sostenible ha surgido como respuesta a la problemática. Una cuestión que ya no solo tiene que ver con el impacto ambiental sino con el socioeconómico.
La filosofía detrás de grandes empresarios de la moda no es ética.
Hay mucha población explotada que está produciendo ingentes cantidades de ropa para Occidente, recibiendo sueldos míseros a cambio y en condiciones laborales ínfimas e insalubres. Y, lo peor es que buena parte de esa masa de trabajadores de la moda está compuesta por mano de obra infantil.
Moda sostenible vs moda rápida
Los precios baratos de la moda rápida han impulsado a los consumidores a comprar más de lo necesario. Hagamos la prueba. Piensa en la cantidad de ropa que hay en tu armario. Ahora, piensa en cuánta de esa ropa utilizas regularmente. Poca ¿verdad?
La ropa fabricada de acuerdo a las técnicas de la moda rápida es económica debido al bajo costo de la mano de obra que la produce. Las fábricas de la fast fashion se encuentran en países en vías de desarrollo con bajos o nulos estándares de mano de obra.
La moda slow o ética rechaza este modo productivo y se fundamenta en los materiales y productores locales.
Es imposible sentar las bases de un futuro comprometido y honesto, si continuamos ciegos a esta realidad. Debemos ser conscientes de que hay cosas que no se están haciendo bien y virar la vista hacia opciones responsables como la que representa la moda sostenible o moda lenta (slow).
Por fortuna, las estadísticas demuestran que la mentalidad de la sociedad está cambiando. La preservación del planeta y el cuidado del medio ambiente son problemáticas que preocupan cada vez más a la sociedad. Así lo puso de manifiesto el último Eurobarómetro sobre el cambio climático elaborado por la Comisión Europea.
El 89 % de los españoles consideran que la crisis climática es un problema muy grave.
La industria también se ha puesto las pilas y al calor de toda esta situación han surgido marcas que han demostrado que se puede producir moda de forma ecológica y humana, respetando al entorno que nos rodea y a nuestros congéneres.
Este es el objetivo que busca la moda sostenible: diseñar y crear prendas de calidad y longevas fomentando modos de producción ecológicos y salarios justos con la idea de minimizar la huella de carbono y los residuos derivados de la moda.
Que se considera moda sostenible
La moda sostenible o slow fashion se caracteriza por cumplir diversos factores o criterios en sus procesos de fabricación que la distinguen de la moda convencional o fast fashion.
Los explico a continuación:
>> Uso de materiales naturales, de origen orgánico, regenerados o reciclados.
Las fibras naturales son biodegradables por lo que, cuando termina su vida útil, en lugar de convertirse en residuo pueden volver a la naturaleza y servir de alimento para la misma. Los materiales reciclados usan residuos como materia prima por lo que se consideran sostenibles. Si te interesa conocer más sobre el algodón orgánico en este post te explico más.
>> Ecodiseño
Diseños pensados para aprovechar al máximo los tejidos y para crear productos fácilmente reciclables. Se trata de evitar cremalleras, botones, apliques o uso de materiales que hagan difícil su desmontaje y que sean de degradación lenta.
>> Condiciones laborales justas
Tener un control sobre las condiciones de seguridad y dignidad en el salario de los trabajadores es responsabilidad de la marca. También lo es evitar el trabajo infantil.
>> Minimización de la huella de carbono
O lo que es lo mismo, la cantidad de CO2 que se emite en la fabricación y trasporte de las prendas. Cuanto más cerca del consumidor final se haya fabricado el producto y menos proceso de industrialización tenga, menor será la huella de carbono.
>> Reducción de químicos
Estos productos se usan para crear y tratar la materia prima y los tejidos que terminan contaminado tierra, aire y agua. Los tintes, los tratamientos para retardar la llama o la curtición de pieles son procesos agresivos y altamente contaminantes. Existen alternativas más naturales y no tóxicas para estos procesos.
>> Upciclyng
Crear una nueva prenda partiendo de material residual y dando como resultado una prenda de mayor valor.
>> Embalajes con el mínimo impacto medioambiental
Evitar el plástico de un solo uso y reducir el embalaje al mínimo es un plus de sostenibilidad.
Algunos de estos criterios se cumplen sólo comprando ropa y calzado hecho en España o Europa. La proximidad garantiza una mínima huella de carbono y el marco legal asegura unas condiciones laborales dignas. También se puede considerar sostenible la ropa reciclada o la de segunda mano.
Cómo funciona la moda sostenible
La moda sostenible no contempla tan solo la fase de producción, sino que actúa en las diferentes etapas de la vida de una prenda. Vamos a verlo.
a) Diseño
El diseño es el primer paso para dar vida a una prenda y cuando el objetivo es crear moda ecológica este proceso conlleva un mimo especial.
El tipo de prenda a elaborar, la elección de los materiales —incluida su forma de obtención—, la cantidad de contaminación que se generará al producir esa prenda, la elección de un patrón capaz de aprovechar al máximo el tejido o la capacidad de reciclaje de las telas utilizadas son algunas de las preguntas que los diseñadores se hacen antes de elaborar moda slow.
b) Producción y embalaje
Estamos ante una fase crítica: la manufacturación de la prenda, durante la cual hay que tomar medidas para reducir el impacto ambiental del proceso productivo.
¿Cómo? Haciendo uso de materiales ecológicos certificados, implementando técnicas eficientes en agua y energía, controlando la huella de carbono del transporte necesario tanto para llevar los materiales al espacio de producción como para entregar las prendas en el destino para su comercialización.
Otro de los aspectos clave de la producción es abogar por unas condiciones económicas y laborales justas que defiendan el bienestar de todos los involucrados en el proceso desde los agricultores hasta los artesanos o manufactureros llegando al usuario final.
c) Uso de la prenda
Comprar moda sostenible es el camino para adoptar una filosofía de vida consciente, comprometida y respetuosa.
No obstante, también es importante vigilar el uso que damos a las prendas y cómo las cuidamos para que perduren en el tiempo ya que la forma en la que lavamos nuestra ropa también influye en el nivel de contaminación.
Algunos consejos son:
- Lavar las prendas la mínima cantidad de veces posible.
- Utilizar agua en temperaturas más frías.
- Secar nuestra ropa al aire en vez de utilizar procedimientos mecánicos como las secadoras.
d) El desecho de la moda
Compramos ropa a niveles récord, nunca antes visto. ¿Por qué? Muy fácil. Si puedes adquirir una camiseta por el mismo precio que un café ¿qué importa si solo se utiliza una vez?
Este pensamiento está en la mente de muchos consumidores actuales. Todas estas prendas terminan en vertederos que no hacen más que incrementar la huella de carbono sobre el medio ambiente.
Pensar bien qué compramos y si en realidad necesitamos esa prenda es clave para sumarse a la moda sostenible. También hay que buscar alternativas ecológicas para desechar las prendas. Aquí van algunas ideas:
- Intercambios.
- Donaciones.
- Punto de reciclaje textil.
Por que usar moda sostenible
Consumiendo ropa ecológica y sostenible nos beneficiamos todos porque solo así nos aseguramos de velar por nuestro hogar: la Tierra.
Si todavía te estás cuestionando por qué deberías utilizar moda sostenible, aquí van unas cuantas razones:
#1 Reduces el impacto medioambiental de la moda
El cultivo del algodón tradicional implica el uso de gran cantidad de pesticidas. Asimismo, los tintes artificiales que se utilizan en la “moda rápida” requieren de químicos.
Por el contrario, los tejidos orgánicos, ecológicos y naturales como el algodón orgánico se cultivan y tiñen sin la mediación de productos tóxicos. De esta manera, se contribuye a minimizar la contaminación ambiental.
#2 Apoyas el comercio justo
Cuando compras moda sostenible te aseguras de que el proceso de fabricación de esas prendas no sea fruto de la explotación laboral en condiciones de trabajo inhumanas.
La ropa sostenible vela por los derechos humanos de todos los implicados y se asegura de que los empleados de la moda trabajen en un ambiente seguro, reciban un salario justo y tengan la edad adecuada para ello.
#3 Ropa saludable
Te parecerá raro que haya incluido este beneficio, pero es así. La moda rápida nos hace daño. La cantidad de tóxicos que intervienen en su producción y la cantidad de tejido sintético que emplea (poliéster, nylon…) puede provocar reacciones alérgicas.
Optar por confección ecológica como el algodón orgánico evita esta problemática.
#4 Moda perdurable de calidad
Las marcas de moda sostenible fabrican sus prendas teniendo en cuenta la longevidad de la prenda, utilizando prácticas seguras y éticas, que reducen el uso de químicos tóxicos. Así se consiguen productos más duraderos que eviten realizar compras de moda tan a menudo.
La moda orgánica es atemporal, no se rige por tendencias efímeras, lo que conlleva un ahorro económico a largo plazo.
#5 Defiendes los derechos de los animales
La ropa sostenible está libre de crueldad (cruelty free), es decir, que no ha sido testada en animales ni contiene componentes de origen animal. Esto implica que la prenda que llevas encima no ha causado la muerte de otro ser vivo y esta es parte de nuestra filosofía en Slowers.
Una alternativa ética es posible
Los pequeños cambios son capaces de provocar una gran diferencia.
Como consumidores estamos en una posición activa. Con cada compra establecemos un diálogo con las empresas y estamos diciendo qué tipo de forma de producción queremos perpetuar.
Una vez que tenemos la información no podemos mirar para otro lado, está en manos de cada uno convertirse en un comprador consciente y coherente, dejar atrás la compra compulsiva y abrazar nuevos hábitos en los que la calidad y la ética esté por encima de la cantidad.
En Slowers decidimos ser una alternativa más sostenible en este mundo de la moda tan agresivo y destructivo para el medio ambiente. Desde el principio defendemos las zapatos hechos con respeto en España, con materiales sostenibles y ecológicos y diseñados con el corazón, para que se note cuando camines 🙂
(2) Informe Oxfam “La pobreza, el costo real de la moda en Australia.
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