Los almendros están floreciendo, ya no hay duda de que se acerca la primavera. A mi me asombra ver esa explosión de color y la gran cantidad de flores que llegan a salir en una simple ramita.
Cada primavera la naturaleza nos da una lección sobre la abundancia, sobre vivir el momento sin miedo a lo que pueda pasar mañana. Ella sí que sabe de slow life! Me explico.
Resulta que vivimos en una sociedad de escasez, tenemos miedo a dar por si mañana nos falta, frecuentemente somos generosos en la medida en que algo no nos resulta imprescindible, o en la medida en que nos será devuelto.
Y no estoy hablando únicamente de dinero, sino de amistad, amor, confianza, respeto, entrega, … Lo se, suena duro, pero si os fijáis un poco veréis que no voy muy desencaminada … en caso contrario no serían tan frecuentes la crítica, el enfado, la decepción, etc.
Y sin embargo ahí tenemos a los almendros dando tantas flores como pueden, sí señor. ¿Se preocupan por si mañana cae un diluvio y se echan a perder todas? No! ¿Sacan flores poquito a poquito, en pequeñas dosis, por si acaso? No!
Para eso ya estamos los humanos ¿verdad? Que generalmente vivimos la vida a poquitos, a cucharaditas, no sea caso que nos entreguemos demasiado a algo …
Ay, estas cabecitas locas llenas de “y sis” y “por sis” que nos impiden disfrutar al máximo de la vida y vivir cada momento como se merece.
Y vosotros slowers ¿estáis preparados para la primavera?
P.D: Os recuerdo que la primavera y Slowers van a una y para no perder las buenas costumbres el primer día de esta maravillosa estación saldrá un avance de la colección 2014. Qué ilusión!!!
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