Últimamente en el facebook encuentro muchas entradas relacionadas con cadenas de favores: iniciativas como Sendero de favores, referencias a la película Cadena de favores o videos varios entre los que destaco éste. A mí me encanta pensar en el efecto mariposa, el hecho de que una sonrisa en un momento determinado pueda convertirse en un gesto amable en la otra parte del mundo ¿no es bonito?
Bien, pues la cuestión es que el lunes tuve la ocasión de ser parte de una de estas cadenas que tuvo como protagonistas a Román, un veterinario italiano, y su perro Leonardo.
Estaba yo en el camino de vuelta de mi paseo mañanero cuando Ringo se quedó rezagado, esto es cosa habitual pues es un espíritu libre y siempre decide ir por rutas alternativas a la mía, pero al ver que tras un buen rato seguía ajeno a mis llamadas, decidí volver atrás a ver qué pasaba. Y ahí fue cuando encontré que Ringo estaba jugando con otro perro y que al lado había un hombre (que parecía salido de la nada, pues yo había hecho el camino de ida y vuelta por ahí y no lo había visto, bueno en realidad salió del pequeño refugio que se ve en la foto, ahora os cuento…).