Una de las principales barreras que me he encontrado a lo largo de este proceso de la puesta en marcha de Slowers es el ser pequeño (quizás la principal limitación era yo misma que me veía como una pulga intentando entrar en el gran negocio de la moda). Sí, la cuestión es que cuando nadie te conoce y además tienes un presupuesto limitado todo resulta un poquito más complicado.
Los proveedores y fabricantes prefieren trabajar con cuentas grandes, que con menos complicación les aportan más beneficios. La primera pregunta en cualquier taller es ¿de qué cantidad estamos hablando?