Esta última semana he estado así, perdida en lo cotidiano, es decir en esas pequeñas cosas, esos problemas que van surgiendo y que sin darte cuenta te atrapan. Y acabas metido en una espiral sin salida en la que lo único que ves es todo lo que tienes que hacer, y el poco tiempo que tienes, y todos los imprevistos que están saliendo, y cada vez los haces más grandes, y les das mucha más importancia de la que tienen en realidad ….
Voy a explicarte, resulta que este año he tenido un retraso muy grande con la entrega de las alpargatas, y cuando digo muy grande, es muy grande, de ahí que la tienda online aún no esté en marcha. Y bueno, eso lo he ido llevando como he podido, con muchas dosis de traquilidad y vida slow.
Pero la cuestión es que la semana pasada, cuando por fin llegó todo y era tiempo de fotos y ordenador, entonces este último decidió morir, así, tal cual, en medio de esa vorágine se quedó la pantalla en negro y nunca volvió a arrancar.
Pero bueno, esto también se solucionó, fue suficiente un cambio de disco duro y en dos días lo tenía otra vez vivito y coleando. Y entonces, cuando ya sí que sí lo tenía todo y toda feliz me puse a subir el producto a la tienda online … entonces salió un error en la web, uno de esos extraños que nadie tiene muy claro de dónde viene … y así estoy, a la espera, ya que a mí eso se me escapa totalmente …
Y en medio de ese ataque de impotencia que me dio al ver que la tienda no funcionaba y que no encontrábamos solución, me di cuenta de lo poco importante que era en realidad. Me hice esta gran pregunta:
De aquí a 2 años, ¿recordaré como algo significativo el hecho de que la tienda online abriera con un mes de retraso?
La verdad, no creo, y tampoco quiero (pocas cosas importantes habré vivido si esta se queda en mi mente como una de ellas …).
Lo que sí recordaré es que fui capaz de lanzar esta segunda colección, que aunque salieron mil contratiempos seguí adelante, recordaré que me ilusioné, que me atreví y que puse toda mi energía para continuar con este proyecto que tanto me llena. Eso sí que lo recordaré, estoy segura.
Porque en ese momento de claridad también me di cuenta de todas las personas que se quedan atrapadas en lo cotidiano toda su vida, sorteando un obstáculo tras otro, sintiendo que no tienen tiempo para ellos, viendo como les pasa la vida mientras sus ilusiones se apagan … sí, yo se que este es uno de los males de nuestros días y me he propuesto no volver a caer en él, ni siquiera una semana, ni siquiera un día …
¿Me acompañas?
PD. Y todas estas preciosuras están aquí, esperando a poder ser enseñadas, preparadas para emprender su viaje y listas para caminar contigo a otro ritmo.