Ya sabéis que la palabra rural forma parte del vocabulario habitual cuando nos referimos a Slowers. Hay varias razones para ello, en primer lugar soy pobladora rural y esto de alguna forma se transmite a las cosas que hago y evidentemente a mi proyecto. Por otra parte me gusta vivir en un pueblo, el aire puro, el silencio y el contacto diario con la naturaleza son aspectos que uno da por hecho aquí y que muchas veces sólo acabas apreciando por contraste cuando estás unos días en la ciudad y empiezas a sentir que te falta el aire.
Estos días estoy disfrutando mucho con la lectura de una novela que me trajeron los Reyes Magos, y dado que tiene muchos tintes slow voy a permitirme recomendar tanto el libro, El año de la liebre, como a su autor, Arto Paasilinna. Y eso que recomendar libros me parece una tarea complicada pues considero que la elección de una lectura es un proceso tan personal y depende tanto del momento en que uno se encuentra, que a veces resulta difícil coincidir.
Así que de salida ya os digo que este autor os puede gustar si sois amantes del humor absurdo, sus novelas presentan situaciones muy surrealistas con personajes curiosos. Retrata la Finlandia más rural y los escenarios suelen ser los bosques y pueblos más aislados de este país. De alguna forma su estilo y humor me recuerdan a Eduardo Mendoza (salvando que este último siempre sitúa los enredos en ciudades), así que si os reís con las aventuras del detective de Mendoza, es casi seguro que disfrutaréis con Paasilinna.