¿No os pasa a vosotros? Esos días en que de repente, lo que ayer te parecía una aventura genial y maravillosa se convierte en un tren a toda velocidad del que (por una milésima de segundo) te tirarías en marcha.
Pues sí slowers, yo también tengo días de esos en los que me doy cuenta de que la zona de confort de la que hablábamos en este post queda lejos, muy lejos y me da un nosequé (bueno, en realidad sí se que, se llama miedo aunque no nos guste reconocerlo).
Parece que los humanos no estamos preparados para la incertidumbre, y cada paso fuera de lo conocido acaba resultando todo un reto. Así que es importante tener herramientas para lidiar con estos miedos.