Llevar un estilo de vida slow puede parecer difícil o reservado a un tipo de persona muy concreto. Quizás antes era así, pero desde hace ya algunos años, la corriente que nos anima a llevar unos hábitos de vida más sostenibles nos está empujando a todos de una forma incesante.
Productos ecológicos y bios en casi todos los supermercados, tiendas en las que ya no utilizan plásticos para envolver los productos, verduras y frutas de proximidad, cooperativas que trabajan las energías sostenibles para abastecer de luz nuestras casas… Cada vez tenemos más opciones, de calidad, seguras, más donde elegir. Los valores de la sostenibilidad y la conciencia sobre el medio empiezan a estar presentes en todos lados y no sabes lo feliz que me hace, aunque todavía tenemos mucho camino por recorrer.
Soy de las que piensa que no hacen falta grandes gestos para llevar una vida más sostenible. Todos desde nuestros hábitos, nuestras costumbres, podemos aportar algo. Sólo es necesario querer, cuidar, respetar. Llevar una vida más slow implica un punto de conciencia, de conexión con nuestro entorno, de cuidar y querer el lugar en el que vivimos.
Una vida slow, un estilo de vida sostenible
Así, una de las primeras cosas que apliqué en mi día a día fue el de reducir. Así, en general, reducir. Sobre todo el plástico. Ya nos hemos empezado a acostumbrar a llevar nuestras bolsas de tela al supermercado, por qué no ir un paso más allá; las frutas y las verduras no necesitan estar envasadas para que se conserven frescas, todo lo contrario, así que desde hace mucho tiempo me acerco al mercado o a la frutería y compro todo lo que puedo a granel. Es una forma también de comprar local y de forma responsable. Nada de tirar comida ni desperdiciar.
El concepto reutilizar se ha convertido en una norma en casa. Utilizamos frascos de vidrio, materiales naturales como el bambú, la madera, el mármol. Siento que de este modo, además de reducir la contaminación todo se conserva mejor y con más estilo! 😉
¡Ah! Y otra cosa que me gusta es decorar mi casa con plantas, además de limpiar el ambiente y armonizar mi hogar, siento que me conectan con el entorno, me siento más conectada, con más calma. Y, cómo no, siempre intento vestir más sostenible, utilizando fibras y tintes naturales, tejidos orgánicos y de calidad. Ya ves, qué mejor para un estilo de vida sostenible que caminar con tus Slowers cada día.
We care
We love nature
We love people
We love animals
We love planet earth
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.